El calzado infantil es un asunto más serio de lo que muchos padres pudieran llegar a pensar. Cuando comienzan a andar es indispensable que permitan el movimiento de las articulaciones del pie. Se deben respetar la fisiología, la biomecánica y, en definitiva, la lógica del cuerpo humano, sobre todo cuando no existen deformidades ni patologías que puedan requerir otro tipo de calzado correctivo.
A algunos padres les surge la duda sobre qué tipo de calzado es más aconsejable utilizar cuando los menores comienzan a dar sus primeros pasos. Los niños empiezan a caminar entre los 9 y los 15 meses de edad, aunque en ocasiones se retrasa hasta los 18 meses.
Hay zapatos que enamoran a primera vista, pero a la hora de elegir debemos tener en cuenta otros factores más allá del diseño, sobre todo si se trata de un calzado infantil. Los pies de los niños son muy delicados y requieren cuidados especiales, de manera que no todos los zapatos son apropiados para cualquier edad.

3. Gran confort y acabado suave
El calzado para los niños debe estar confeccionado con un material térmico que facilite la transpiración del pie, pero que a la vez lo proteja del frío. Por lo general, los tejidos naturales como el cuero ofrecen esta ventaja, pero de todas maneras cerciórate de ello. Asimismo, es fundamental que el material interior del calzado sea suave al tacto y no tenga costuras para evitar rozaduras. Si tiene costuras, comprueba que estén dispuestas en zonas donde no rocen directamente el pie y que tengan buenos acabados que no dañen la piel. Si se trata de unos zapatos cerrados, verifica las costuras de refuerzo y las del cierre mientras que si el calzado es abierto, comprueba que las tiras de cierre sean lo suficientemente suaves.

Un tipo de zapato para cada ocasión
A medida que los niños crecen, empiezan a necesitar un tipo de zapato para cada ocasión. El aumento de la práctica de ejercicio físico hace que necesiten unos zapatos más resistentes mientras que una vida social más activa hace que los zapatos clásicos se vuelven indispensables. Ya sean zapatos de niñas o niños, tienen que adaptarse a las necesidades de cada edad y ser adecuados para cada ocasión.
Por ejemplo, para el día a día de los peques en el cole se recomienda apostar por unos zapatos cómodos, flexibles y ligeros. Lo ideal es que estén confeccionados con materiales naturales que faciliten la transpiración del pie y que tengan la puntera reforzada para evitar lesiones. En cambio, se aconseja evitar los zapatos sintéticos ya que harán sudar el pie en exceso y pueden favorecer la formación de hongos. En estos casos, las botas para niños o las zapatillas para niñas son una excelente opción.
Para ir al parque a jugar o practicar actividad física, apuesta por un calzado con una buena amortiguación de la suela y un mejor ajuste al pie como por ejemplo unas zapatillas deportivas para niña o niño. Estos modelos son fáciles de llevar y facilitan los movimientos para que los peques puedan correr, saltar y jugar con completa libertad.
Para las ocasiones más especiales puedes apostar por un estilo más clásico, como los zapatos de ceremonia o unos blucher. Siempre con la puntera redondeada por los laterales y con una plantilla anatómica para reducir la tensión en la pisada.